Como seguidores de Cristo tenemos una gran comisión que cumplir. Jesús dijo: «…id y haced discípulos…» (Mateo 28:19).
Cristo hoy más que nunca necesita nuestro servicio misionero por amor.
«Cada iglesia debe ser una escuela práctica de obreros cristianos. Sus miembros deberían aprender a dar estudios bíblicos… Debería haber, no sólo enseñanza teórica, sino también trabajo práctico bajo la dirección de instructores experimentados» (Ellen G. White, Ministerio de curación, págs. 107-108).
«Al ir a ellos de casa en casa, explicando las Escrituras a la gente, de una manera clara y sencilla, Dios hace que la verdad sea poderosa para salvar. El Salvador bendice a aquellos que realizan esta obra» (Ellen G. White, carta 108, 1901).
Este manual ha sido elaborado para ser usado como texto para los alumnos de las Escuelas Misioneras de cada iglesia y distrito, sin embargo por su sencillez puede ser usado individualmente con gran utilidad por cada discípulo.
Sugerimos que cada maestro de Escuela Misionera después del desarrollo de cada seminario debiera tomar un corto examen para estimular la participación y el aprendizaje del discípulo.
Después del examen debe realizar un taller de entrenamiento entre las Parejas Misioneras.
El objetivo de las Escuelas Misioneras es lograr que todos los discípulos lleguen a aplicar sus conocimientos en la práctica misionera.Nuestro deseo es que este Manual misionero del discípulo cristiano, pueda servir como una herramienta útil en nuestra santa tarea del evangelismo personal.
Dios bendiga su obra abnegada en bien de los extraviados.
«Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla, pero al volver vendrá con regocijo trayendo sus semilla.» (Salmos 126:6).