Después que el Espíritu Santo
realiza su trabajo de convencimiento, debemos conducir a las personas a la
decisión de aceptar el llamado de Jesús.
¿Qué
es una decisión al llamado de Jesús?
Es
la aceptación al llamado de Dios para recibir la salvación de Cristo, motivados
por el estudio de la palabra de Dios y la obra del Espíritu Santo.
Este es el acto más importante y el más esperado de
todo un proceso de estudios bíblicos a una persona.
«Muchos están en el valle de la decisión, en que se hacen
necesarios llamados especiales, íntimos y directos…» (Ellen G. White, Testimonios para la iglesia, vol.1, pág.
646). Hay que tomar en cuenta el proceso de una decisión.
¿Cómo
funciona la mente para tomar una decision?
Toda
decisión que se toma pasa por 4 niveles básicos:
1. El conocimiento: En este nivel se reúne el conocimiento necesario
para poder hacer una decisión inteligente. Este conocimiento lo damos mediante
el estudio de la Biblia. Invitar a la gente a tomar decisiones antes de que
tenga el conocimiento adecuado crea barreras en la mente.
2. La convicción: Es cuando la persona comienza a darse cuenta acerca
de cuál debería ser la decisión correcta –«me parece que esta es la verdad», «creo
que esta es la voluntad de Dios»–.
Es por eso que en cada estudio bíblico debemos lograr
que el estudiante quede convencido de la verdad y sienta la necesidad de
practicarla en su vida.
Ejemplos:
·
La
Salvación: Romanos 3:23; Hechos 4:12. «¿Cree Ud. Que Cristo es el único Camino
que lleva a la salvación? Sabiendo que sin él los seres humanos están
eternamente perdidos. ¿Le gustaría abrir su corazón a Cristo?»
·
El
bautismo: Juan 3:5; Marcos 16:16. «¿Cree usted que el bautismo es un paso
indispensable para entrar en el plan de salvación? ¿Le gustaría recibir el bautismo
por inmersión para obtener el perdón y la salvación de Cristo?»
3. El deseo. El deseo crece cuando los seres
humanos ven los beneficios que se obtienen con la decisión correcta, en
contraste con las tristes consecuencias de tomar una decisión equivocada.
¿Cómo avivar la llama del deseo? Mostrando las promesas de Dios para beneficio
de las personas.
Ejemplos:
1.
El
beneficio de la paz interior, Juan 14:27.
2.
El
beneficio de ser transformados por el Espíritu Santo, Juan 16:13; Gálatas.
5:22,23.
3.
El
beneficio de la verdadera felicidad, Salmos 128:1-2.
4.
El
beneficio del perdón de los pecados y la liberación del sentimiento de culpa,
Hechos 2:37-39; 22:16.
5.
El
beneficio de la bendición del matrimonio y los hijos, Salmos 127.
6.
El
beneficio de la prosperidad en la vida, Josué 1:7.
7.
El
beneficio de la protección económica, Salmos 37:25.
8.
El
beneficio del éxito en la juventud, Salmos 37:4-5.
9.
El
beneficio de la ayuda en la solución de los problemas. Isaías 41:10-13.
10. Beneficio de la sanidad, Santiago
5:14-16, etcétera.
4. La acción. Cuando la convicción y el deseo
aumentan, la persona actúa. Entonces es el momento de hacer el llamado.
¿Qué
es lo que debe preparar el discípulo antes de acudir a la cita para hacer el llamado
a la decisión?
1.
Su
espíritu: debe orar el doble de lo que oraba durante el tiempo de cultivo.
2.
Su fe: debe ir a la cita con mucha fe.
Debe tener la convicción de que Jesús y El Espíritu Santo están interesados en
la salvación de esa persona y actuarán junto con usted.
3.
Su convicción: Vaya con autoridad. Recuerde
que usted es enviado por el Creador y su misión es salvar de la muerte eterna a
esa persona.
4.
La hora adecuada: Asegúrese que en la hora de la
cita la persona tenga tiempo suficiente y sin interrupciones.
5.
Cita estratégica: Si los interesados son varias
personas en la misma casa y no tienen el mismo nivel de interés, es mejor que
los cite por separado; porque puede ser que al no decidir una de ellas, influya
en las otras personas y las desanime a tomar la decisión.
6.
Su argumentación: Tiene que preparar sus
argumentos para tomar la decisión a la persona de acuerdo a su caso en
particular. Los hombres adultos, las mujeres adultas, los jóvenes, los ancianos
y todos de acuerdo a sus ocupaciones, profesiones y la vida que llevan son
diferentes. Cada uno tiene sus necesidades,
sus problemas, sus proyectos, aspiraciones, su forma de vida y sus prioridades
que al discípulo le valdría haber conocido durante la etapa del cultivo.
Entonces el llamado debe hacerse de acuerdo al caso de las personas,
presentándoles los beneficios que obtendrían para su vida si aceptarían a
Cristo. De esta manera avivarían del deseo
para concretar una acción de decisión.
¿Cómo
se hace un llamado a la decisión?
Después
del saludo y del punto de contacto pasamos al llamado a la decisión.
Muy Importante. La
apelación: es un elemento
previo muy importante para realizar un llamado eficaz. La apelación debe despertar
en la persona la necesidad y el deseo de dar el siguiente paso que es la decisión.
¿Cómo
hacer una apelación?
a.
Preguntar
si la persona comprendió totalmente la doctrina presentada y si tiene alguna
duda hay que aclararla.
b.
Presentarle
el propósito que tiene Dios al darle a conocer su palabra.
c.
Preguntarle
si cree que este es el plan de Dios para su vida conforme a la Biblia.
d.
Presentarle
el llamado que le hace Dios.
e.
Presentarle los beneficios que obtendrá al tomar la
decisión.
Ejemplo
de un llamado a la decisión
Resumen:
—Apreciado amigo Carlos ha sido un privilegio estudiar
con usted durante todo este tiempo el curso bíblico La Fe de Jesús.
—Recordemos un poco:
hemos estudiado acerca de la Biblia, acerca de Dios, del perdón de los pecados,
la salvación, la segunda venida de Cristo etc. Hoy tendremos un estudio
especial como aplicación a lo que usted aprendió.
Apelación:
—Don Carlos, ¿cómo
le pareció el estudio de las verdades bíblicas?, ¿importante? Claro que es
importante. El conocimiento de estas verdades es fundamental para tener una
vida plena.
—La Biblia dice: «Bienaventurado
el que lee y los que oyen…» (Apocalipsis 3:20)
—Y en Lucas 6:47-49
dice: «Todo aquel que viene a mí y oye mis palabras y las hace… es semejante a…»
—Es muy importante
don Carlos que luego del conocimiento de la Palabra que usted recibió, por la
voluntad de Dios, actué con sabiduría y abra su corazón a Dios.
—¿Cree usted que este es el plan
de Dios para su vida?
—El Señor dice: «venid
a mí todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar» (Mateo
11:28).
Beneficios:
—Dios conoce su
vida. Conoce también los problemas que está pasando, su salud, su familia, sus
proyectos de trabajo, etc.
—Él es nuestro
Padre Dios. Tiene las salidas para nuestras preocupaciones. Tiene todo el poder
para ayudarle, bendecir su vida y darle la salvación eterna.
—Hoy es el momento
de aceptar a Cristo como su Salvador y caminar por un camino verdadero, seguro
y feliz
—Dios solo espera la decisión de usted. Marcos 16:16,
dice: «El que creyere y fuere bautizado será salvo…»
Llamado:
—Don Carlos, en el nombre de Cristo le invito a que usted
tome la decisión del bautismo.
—¿Está de acuerdo?
Si dice sí,
entonces abrácelo y felicítelo.
Si dice no, pregúntele cuál
es la razón por la que no acepta, entonces el presentará su objeción.
¿Cómo hacer con las objeciones?
a)
Si
el interesado presenta alguna objeción a su decisión, se le responde de
inmediato y al punto usando un texto bíblico aparente que resuelva el problema.
b)
Ayúdele
con ideas de solución y palabras de ánimo para fortalecer su fe en Cristo.
c)
Puede
contarle su testimonio personal con el propósito de despejar sus dudas y
temores.
d)
Si
el interesado sigue prestando objeciones, entonces usted tendrá que evaluar el
caso. Si nota que la persona desea entregarse a Cristo, pero sus temores o
dudas le impiden tomar la decisión, siga respondiendo sus objeciones hasta que
le quede claro y pueda decidir.
e)
En
caso contrario, cuando la persona presenta objeciones y niega categóricamente
tomar el bautismo, puede ser que no tiene intenciones de hacerlo; entonces, ya
no le hable de la decisión. Sería mejor invitarlo a asistir a la iglesia y a seguir
estudiando la Biblia.
Secretos
para lograr decisiones seguras
1. Practique el método de Cristo: Ame a las personas, atienda sus
necesidades, gane su confianza y luego invítelos a seguir a Cristo. Si los gana
como amigos, les será más fácil ganarlos para Cristo.
2.
Enseñe usted mismo todo el curso bíblico: Es importante para mantener la
secuencia de la enseñanza y la compenetración con el estudiante. Cuando llegue
a un tema difícil, pregunte a su pastor, estúdielo bien. Conviértase en un experto.
3.
Enseñe con convicción y entusiasmo. Esto contagia al interesado, Hechos
14:1.
4.
Procure que su interesado aprenda
a aceptar y amar a Cristo.
Si la persona está convencida que Cristo lo ama y que le ofrece su salvación
por amor, estará dispuesto a seguirle y a obedecer sus doctrinas. El proceso
es: primero la aceptación de Cristo y luego las doctrinas.
5.
Obtenga decisiones progresivas. Las primeras decisiones
preparan para las siguientes.
6.
Cuide que las decisiones que tome
el interesado las ponga en práctica.
Por ejemplo si tomó la decisión de orar, ayúdele a ponerlo en práctica en los
siguientes estudios, en su casa, etcétera.
7.
Haga llamados personales y
directos. «El
secreto de nuestro éxito y poder como pueblo patrocinador de verdades
avanzadas, radica en hacer llamados directos y personales a los interesados,
mostrándoles una dependencia total del altísimo» (Review and Herald, 30 de agosto de 1982).
8.
Haga a menudo oraciones por la
decisión tomada. Así
enfatiza la verdad y la decisión tomada.
9.
Cuente experiencias de
testimonios de victorias obtenidas Especialmente
cuando encuentra dificultad para seguir.
10. Enfrente
y resuelva problemas uno por uno.
Analícelo con el interesado, dele algunas sugerencias de solución y que él tome
la decisión.
11. Cuando
decida guardar el sábado, haga la recepción con él. Luego invítelo para ir a la iglesia.
Vaya a su casa, ayúdelo para evitar contratiempos.
12. Ore
mucho y tenga fe.
Ore secretamente por la conversión de su estudiante y tenga fe que Dios y los
ángeles aún están más interesados que nosotros en la salvación de esa persona.
Textos claves para tomar
decisiones
Isaías 1:18, «Venid luego dice el Señor y estemos a
cuenta».
Mateo 11:28, «Venid
a mí los trabajados y cargados».
Apocalipsis 3:20, «He
aquí estoy a la puerta y llamo».
Marcos 16:16, «El que creyere y fuere bautizado será salvo».
Hechos 22:16, «Ahora ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate».
Proverbios 23:26, «Dame hijo mío tu corazón».
Juan 10:27-28, «Mis ovejas oyen mi voz y me siguen».
Isaías 55:6, «Buscad al Señor mientras pueda ser hallado».
Hebreos 3:15, «Si oyereis hoy su voz no endurezcáis sus
corazones».
Hechos 2:38, «Arrepentíos y bautícese cada uno».
Hechos 3:19, «Arrepiéntanse
para que vengan tiempos de refrigerio».